CIVILIZACIÓN MICÉNICA




Mapa del Palacio-Fortaleza de Micenas


La existencia de un asentamiento que se remonta a la primera Edad del Bronce (2500-1900 adC) está atestiguada por la presencia de restos de cerámica, aunque los hallazgos más significativos proceden del periodo siguiente. Las tumbas más antiguas, en el extremo oeste de una vasta zona de enterramientos de la ladera oeste de la colina de la acrópolis se remontan al 1600 adC. aproximadamente. La humildad de los objetos funerarios (aunque podrían haber pertenecido a miembros de la familia real) revela la modestia de sus costumbres. Probablemente en la cima de la colina se alzaba un palacio, y es a este hipotético edificio al que se han atribuido las ruinas de las murallas encontradas a distinta profundidad en varias áreas de la parte actualmente visible del palacio.


Los túmulos más recientes y los contemporáneos (1580-1500 adC) en el extremo oriental de la misma necrópolis contenían elementos funerarios muy ricos. Éstos confirman la consecución de un nivel de vida muy alto en un corto periodo, así como contactos culturales con los egeos de Asia Menor y Egipto. Las primeras tumbas de cámara aparecieron al final de este periodo y se usaron para miembros de la realeza.


Micenas alcanzó su máximo esplendor hacia el 1400 adC; en el 1350 adC, la cima de la acrópolis estaba rodeada por sólidas fortificaciones y un gran palacio construido en el interior. Unos 100 años más tarde, los muros se ampliaron hacia el oeste para confirmar los túmulos del círculo A y se inició la construcción de la Puerta de los Leones, el bastión occidental y la Puerta del Norte.


Hacia 1230 adC un incendio destruyó las casas situadas bajo la acrópolis y, hacia el final de siglo, el mismo sino abatió el palacio y otras construcciones de la ciudadela. Tuvo lugar entonces una fase de reconstrucción de ciertos edificios, así como el reforzamiento del tramo oeste de las murallas de la ciudad. Como sucedió en otros centros micénicos, la destrucción llegó al final del siglo XII adC



Puerta de los leones a finalesdel siglo XIX





A principios del siglo II adC, un grupo humano dedicado fundamentalmente al pastoreo y a la agricultura penetró en el área de la actual Grecia. Consigo llevaban el caballo y el conocimiento de técnicas como la metalurgia y sofisticados métodos de tratamiento de la cerámica. Es el momento histórico en que entran en escena los carros de combate, las fantásticas armaduras de bronce y las representaciones artísticas con motivos guerrerosEsta sociedad guerrera de la Edad de Bronce se sustentaba en un sistema social y político fuertemente jerarquizado, basado en un control centralizado de la economía. Su centro neurálgico eran los palacios fortificados mediante muros de grandes bloques de piedra, situados generalmente en lo alto de una colina. La sociedad micénica estaba organizada en reinos independientes, con el predominio de Micenas.La forma de organización de los reinos micénicos ha quedado registrada en un sistema de anotaciones en tablillas de arcilla que habían tomado de la civilización Minoica. En estas tablillas queda de manifiesto que al frente de ellos se encontraba un WANAX, un soberano que controlaba los aspectos religiosos, administrativos y militares de la ciudad. A continuación venían por este orden:


  • LAWAGETAS O “conductor del ejército"

  • TELESTAI de orden sacerdotal o jefe de clan

  • HEQUETAS o “miembros del séquito” eran personajes de la aristocracia que ejercian como oficiales de un ejercito.

  • DAMOS o “pueblo” que nutrían el ejercito.



LOS SEÑORES DE LA GUERRA
Gracias a la arqueología, sabemos que los soldados micénicos iban a la guerra pertrechados con cascos de cuero reforzados con tiras de bronce y una armadura de cuero o una coraza de lino que le cubría todo el cuerpo. Como arma defensivas utilizaban grandes escudos de madera recubierta por capas de piel de buey y como arma de ataque, espadas y dagas de bronce, así como pesadas lanzas para el combate cuerpo a cuerpo. Para el combate a larga distancia utilizaban picas, arcos y flechas. Las armaduras de sus caudillos tenían cascos de bronce o de colmillos de jabalí, corazas de planchas de bronce y grebas para proteger las piernas; los ejércitos micénicos acudían a la batalla blindados con el metal bélico por excelencia: el bronce.

Fue probablemente su capacidad de organización administrativa combinada con su instinto bélico lo que llevó a los reinos micénicos a ser los protagonistas del mediterráneo en los siglos XIV y XIII adC. Sin embargo la riqueza que se rebela a través de sus tumbas (…) y fortificaciones no debió de proceder exclusivamente de transacciones comerciales pacíficas, sino también de la práctica de la piratería. Puede ser en este contexto, en un intento en abrir nuevas rutas comerciales hacia el Mar Negro, cuando los guerreros micénicos podrían haber llevado a cabo la incursión sobre la ciudad de Troya.

Los habitantes de la antigua Grecia nunca pusieron en duda la autenticidad de la Guerra de Troya; en época clásica, Tucidides aceptó su existencia y tan sólo puso en duda la importancia y las dimensiones de la contienda. Herodoto fechó la guerra hacia el año 1250 adC, mientras que una famosa cronografía grabada en mármol, el MARMER PARIUM, fijaba el fin de la guerra en el 1209 adC.

Esta civilización sufre un colapso en sus estructuras ante los siglos XII y XI adC. cuando Micenas, Tirinto, Pilos o Tebas padecen la acción devastadora del fuego, sin que se conozcan las causas (podrían haber sido terremotos o cambios climáticos o la invasión de pueblos del norte). Mucho tiempo después, tras una Edad Oscura de cutro siglos, Homero plasmó las hazañas de aquella sociedad de señores de la guerra representada por el rey Agamenón. Es la historia de una sociedad aristocrática basada en la guerra, cuya meta no era otra que la búsqueda constante del honor a través del riesgo