CIVILIZACION MINOICA

A finales del siglo XIX, cuando ya han surgido de sus cenizas Micenas y Troya por obra de Heinrich Schliemann, Sir Arthur Evans, director del Asmolean Museum of Oxford encontró, hurgando en una tienda de anticuarios de Atenas (otros dicen que observando algunas tablillas de cera del museo donde trabajaba), algunos amuletos provistos de jeroglíficos que nadie lograba descifrar. A fuerza de conjeturas, estableció que debían de proceder de Creta, se fue allí y compró una parcela de terreno en el lugar donde se creía que estaba sepultada la ciudad de Knossos, contrató a una cuadrilla de excavadores y después de dos meses topó con los restos del Palacio de Minos.

Sir Arthur Evans en el palacio de Knossos


En 1889, tras la independencia de la isla de Creta, Evans compró la colina de Kefala, dónde años antes Minos Kalokarinos había identificado el enclave del palacio de knossos. Evans inició la excavación y la prosiguió hasta 1932, publicando sus resultados en los cuatro volúmenes de El palacio de Minos. Evans había desenterrado un magnífico complejo y, al mismo tiempo, descubrió una espléndida civilización prehelénica. La llamó Minoica (de Minos). El método de la excavación de Evans fue criticado por su falta de rigor científico, puesto que causó la pérdida de uan parte de los datos arqueológicos, y, por su impetuosa reconstrucción de niveles enteros del edificio utilizando hormigón. Evans justificó esta última acción por la necesidad de evitar el hundimiento de los pisos superiores durante la excavación.

El Palacio de Knossos tiene un aspecto de laberinto, con una sucesión de almacenes y salas habitables, de refinada decoración. El palacio tenía 17.000 m2 construidos y más de 1.500 habitaciones.





Mapa del Palacio de Knossos


Todo el complejo se aglutina entorno a un patio central y se divide en dos grandes conjuntos oriental y occidental, separados por sendos accesos al norte y al sur. Debido al modo de construir de los minoicos, añadiendo habitaciones progresivamente, estos corredores no guardan una disposición lineal, sino que quedan dispuestos de modo aleatorio, siguiendo un recorrido tortuoso. El acceso al palacio desde el patio occidental se efectuaba a través de un corredor cubierto, el porche occidental, donde existía un fresco en relieve con el tema del juego del toro. El camino proseguía por un largo pasillo en ángulo, el corredor de las procesiones, así llamado por estar decorado con un fresco en el que jóvenes de ambos sexos, a tamaño natural, portaban valiosas ofrendas.

En los pórticos, los frescos de estuco en relieve representan diversas escenas de toros, de las que ha perdurado la enorme cabeza de un toro rojo, visible a lo largo de toda la antigüedad y responsable de la asociación del mito del Minotauro.

Poetas e historiadores de la antigüedad habían remarcado que la primera civilización griega nació fuera del continente y más concretamente en la isla de Creta, 2.000 años antes de Cristo. Su rey dio nombre a esta época histórica. Éste era Minos y no sabemos si era en realidad su nombre o una manera de designar a la máxima jerarquía.




EL MITO DEL MINOTAURO

Minos era hijo de Zeus y de Europa. Se convirtió en rey de Creta con ayuda de Poseidón, dios de los mares y éste le envió un espléndido toro para que lo sacrificara en su honor. Pero Minos sacrificó un animal menos impresionante, con lo que despertó la ira del dios. Para vengarse, Poseidón indujo a Pasifae, esposa de Minos, a enamorarse del animal. Para satisfacer su pasión, Pasifae pidió ayuda a Dédalo, un ingeniero ateniense alojado en la corte de Minos, quien construyó una vaca de madera hueca, de forma que Pasifae pudiera esconderse en su interior. Así consiguió aparearse con el toro y de esta unión antinatural nació el Minotauro, un ser monstruoso mitad hombre, mitad toro. La ira de Poseidón no tenía límites y continuó haciendo que el Minotauro se alimentara sólo de carne humana y conforme crecía era más y más salvaje.

Minos ordenó a Dédalo que construyese un laberinto para alojar en él al monstruo, dejando prisioneros al constructor y a su hijo Ícaro ( DEDALO E ICARO>)

Por aquel entonces, uno de los hijos de Minos, Androgeo se encontraba en Atenas participando en una competición olímpica de la que resultó ganador. Los atenienses le asesinaron y por ello el rey de Creta les declaró la guerra. Al mando de los atenienses se encontraba el rey Egeo. Minos atacó el territorio y, con la ayuda de la peste que asoló Atenas, salió vencedor. La victoria de Minos impuso varias condiciones y, se dice que, el oráculo de Delfos fue quien aconsejó a los atenienses a ofrecer un tributo a Creta. Una de las condiciones era entregar a siete jóvenes y siete doncellas como sacrificio al Minotauro. Existen dos versiones, en una el tributo era enviado anualmente y en otra alude a que la entrega se efectuaba cada nueve años. Fuese como fuese, los catorce jóvenes eran abandonados a su suerte dentro del laberinto donde acababan devorados por el monstruo.

Años después, Teseo, hijo de Egeo (en otras fuentes de Poseidón), se dispuso a matar al Minotauro y así liberar su patria del impuesto. Egeo le dijo que si volvía con vida, cambiara las velas negras con que los barcos retornaban de la isla por otras para darle la noticia de su victoria. Al llegar a Creta, los jóvenes fueron presentados a Minos y Teseo conoció entonces a Ariadna, una de las hijas del rey. Ariadna se enamoró de él y le rogó que se abstuviera de luchar contra el Minotauro pero Teseo la convenció de que él podría vencerle con su ayuda. Ariadna ideó un plan; le entregó una punta de hilo muy largo advirtiéndole que no lo soltara en ningún momento, para poder seguirlo de vuelta (hay versiones que apuntan a que también le dio una espada, mientras otras dicen que la espada la llevaba Teseo) El héroe y los demás jóvenes entraron en el laberinto y horas después se encontraron con el Minotauro. Teseó luchó contra él y lo derrotó. Para salir del laberinto, siguió de vuelta el hilo de Ariadna y guió a los demás. Cuenta la leyenda que Ariadna y él partieron hacia Atenas, pero Teseo la abandonó a su suerte en la isla de Naxos. Cuando el barco llegaba a Atenas, Teseo no recordó la promesa hecha a su padre de cambiar las velas, por lo que éste, creyendo muerto a su hijo se arrojó al mar, dándole su nombre a partir de ese momento.


ORGANIZACIÓN DE LA CRETA MINOICA

Desde tiempos muy antiguos, la ubicación de Creta en el mediterráneo oriental ha hecho de ella un punto de encuentro de las principales rutas de navegación y una base indispensable para las comunicaciones con el cercano oriente. Hasta que se descubrió el palacio de Knossos, nuestro conocimiento de la civilización que floreció en el segundo milenio adC. provenía exclusivamente del Mito.


En opinión de Tucídides, Minos pudo ser una figura histórica.

"Era el más antiguo de los que sabemos, por tradición, que tuvo flota y que dominó la mayor parte de lo que hoy se conoce como meres griegos; quien gobernó sobre las Cicladas y colonizó la mayoría de las islas, después de haber expulsado a los Carios y establecido a sus hijos como regentes. Y libró a los mares de la piratería para que pudieran llegarle más fácilmente los tributos".


En la actualidad, las hipótesis iniciales se mantienen por lo general; hasta hoy no está tan claro que los palacios sean simplemente “palacios”; más bien parecen lugares de residencia de los monarcas en ciertos periodos rituales, ya que las habitaciones y su distribución sugieren un uso más religioso y oficial que doméstico.

La civilización que floreció en la isla de Creta a partir del segundo milenio adC. halla en sus grandes palacios uno de sus rasgos más distintivos. Palacios que llaman la atención por sus dimensiones y por la ausencia de murallas, lo que da cuenta de un pueblo próspero y refinado, volcado en el comercio y con fructíferos contactos con la Grecia continental y las islas cercanas al archipiélago de las Cicladas o también con Egipto y Asia Menor. Por su tamaño, Knossos debió de ser algo así como la capital del mundo minoico, la sede de un rey del que dependerían los gobernantes de otras ciudades.






EL NACIMIENTO DE LA ESCRITURA

Junto a los asentamientos cerrados se elevan con frecuencia zonas de casas residenciales, sobre todo alrededor de los palacios. Estas casas son evidentemente las residencias de los ciudadanos ricos, de los vasallos y funcionarios de los soberanos. Estas clases acomodadas daban a la vida de la corte su marco resplandeciente. Para ellos y para gente como ellos se celebraban las fiestas, tauromaquias y competiciones de lucha. De las exigencias del mantenimietno de la corte y de la administración general nace la “escritura cretense”; en todas partes y en todos los tiempos en que aparece la escritura es el símbolo de una burocracia. La escritura Lineal B aparece en el palacio de Knossos más moderno; se le caracteriza como una escritura creada especialmente para las exigencias de la corte. El contenido principal de las tablillas de arcilla lo forman, al parecer, inventarios y cuentas en sistema decimal.

LA RELIGIÓN

La religión cretense contribuyó esencialmente a la formación de la creencia de los griegos en divinidades y démones. Salta a la vista la compenetración de la religión con la naturaleza y también el predominio del elemento femenino. Desempeña un papel importante la Gran Madre, después la Diosa-Serpiente y la “Soberana de los animales”. Se les ofrendaban sacrificios en grutas, cuevas y en los palacios. La imagen externa de la religión cretense se completa con la existencia de numerosos démones y de seres mixtos. El contenido y la esencia de la religión, sin embargo, permanece en buena parte cerrado para nosotros.

LA DECADENCIA

No se consigue comprender qué cosa provocó su decandencia que, a juzgar por las ruinas, debió de ser muy rápida. Por las excavaciones diríase que casa y tiendas fueron sorprendidas por una catástrofe natural, mientras sus moradores hallaban enplena y normal actividad. La causa del desastre ha sido dudosa hasta hace pocos años, pero hoy ya nadie duda que fue un terrible y prolongado terremoto.

Viviendo su momento de apogeo, la civilización minoica se derrumbó para siempre. Los palacios fueron destruidos probablemente por la erupción del volcán dela isla de Thera (1450 adC.), erupción que creó grandes maremotos que posiblemente llegaron hasta las costas de Egipto. Después de la destrucción, los micénicos ocuparon la isla, con la consiguiente desaparición de la primera civilización allá existente.